COVID-19 Historias de cambio: Huertomanías, Ecuador


Aug 19, 2020

COVID-19 Historias de cambio: Huertomanías, Ecuador

Son tiempos difíciles para los proyectos de salud mental que trabajan con Ember. Cada proyecto ha tenido que reaccionar rápidamente, adaptarse y superar los desafíos que ha causado la COVID-19. En nuestra serie de Historias de Cambio ante la COVID-19, estamos compartiendo relatos de sus trayectorias únicas durante este periodo. Cada semana compartiremos la historia de un proyecto diferente. Deslicen hacia abajo para leer la historia completa en español.

Huertomanías es un colectivo de personas con enfermedades mentales graves que, a través de su huerto urbano, se esfuerzan para lograr su autonomía a través del trabajo y hacer frente al estigma que rodea los problemas de salud mental.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos?

Para Huertomanías, COVID-19 ha sido un período de gran incertidumbre. Tener que dejar atrás el huerto urbano durante la cuarentena significó no solo que los cultivos restantes tuvieron que ser abandonados, sino también que todas las actividades generadoras de ingresos que requerían la presencia física del equipo se tuvieron que detener. La inseguridad sobre los recursos económicos de la organización se volvió más dura que nunca. Las preocupaciones sobre el acceso al sistema de salud en el caso de que un miembro del equipo se desestabilizase o se infectara con COVID-19 también han estado muy presentes ya que la pandemia ha agravado las desigualdades en el acceso a los servicios de salud a nivel nacional.

El equipo también ha sufrido la pérdida de amigos y experiencias personales muy complejas con la hospitalización durante la pandemia. Cuando el número de casos de COVID-19 en Ecuador comenzó a disminuir y el movimiento se hizo posible, desafortunadamente el huerto urbano de Huertomanías permaneció ubicado dentro de un "punto caliente" de COVID-19, lo que significó que el regreso al huerto urbano tuvo que retrasarse un poco más de lo esperado.

¿Cómo se han adaptado?

Dado que el trabajo de Huertomanías ocurre dentro y alrededor del huerto urbano, pensar en cómo aplicar el concepto de "trabajo remoto" requirió mucha creatividad. Además, no todos los miembros del equipo habían usado tecnología antes del COVID-19. Durante el primer mes de la pandemia, el equipo dedicó su tiempo a comprender cómo garantizar su propio bienestar. De lunes a sábado, hablaban por video llamadas para conversar de cómo se sentían y de cómo estaba siendo su experiencia durante la cuarentena. También aprovecharon este tiempo para revisar los sistemas de gobernanza de la organización y asegurarse de que todos los documentos estuvieran actualizados.


Desde el segundo mes de la pandemia, el equipo se enfocó en el desarrollo de capacidades. Aimée Dubois, directora de Huertomanías, explica: "Pensamos, salgamos de esta pandemia más fuertes que antes". El equipo comenzó a organizar talleres sobre cómo ser mejores vendedores, cómo tener más iniciativa, cómo dirigir talleres ... poco a poco han ido trabajando para fortalecer cada actividad que llevan a cabo.


El equipo también ha estado aprendiendo cómo adaptar al espacio virtual algunos de los talleres que antes impartían presencialmente, por si acaso el no poder acceder al huerto por seguridad se convierte en algo más frecuente. En general, el equipo de Huertomanías ha estado constantemente adaptándose y pensando en nuevas formas de continuar abordando sus principales áreas de trabajo: la generación de ingresos y la sensibilización en salud mental.

¿Cuáles fueron los habilitadores?

El espacio virtual ha fortalecido el vínculo del equipo; les ha hecho compartir abiertamente entre sí sus preocupaciones y emociones como nunca, y permanecer firmes y unidos durante un momento tan difícil. El teletrabajo también ha hecho que el equipo se sienta parte de esta transformación digital a nivel global y les ha permitido mantener el sentido de independencia que les aporta Huertomanías. De hecho, este período ha destacado que Huertomanías no se trata tan sólo de un huerto urbano, sino del sentido de comunidad que se ha formado entre las personas del equipo. La pandemia les ha permitido apreciar realmente su pertenencia dentro de Huertomanías y su compromiso tanto individual como colectivo con la organización.


Finalmente el 15 de julio, después de 4 meses de no haber pisado el huerto por la cuarentena, el equipo se ha podido reencontrar de manera presencial en su huerto y han descubierto con sorpresa que la vida ha seguido ahí. En palabras del equipo de Huertomanías, “las hierbas nos mostraron qué ha pasado el tiempo sin nosotros. Ahí sigue vivo nuestro huertito, pero le ha hecho falta nuestros cuidados. Estar cerca nos dejó sentir con más fuerza, que Huertomanías es mucho amor.” El jardín necesita algunos cuidados pero sigue vivo, cómo las ganas del equipo de continuar transformando vidas con el proyecto.